Volviendo de ese viaje estelar que suponen las vacaciones, aquí estamos otra vez, aunque a veces cuesta un poquito ir aterrizando de nuevo en los biorritmos cotidianos, lo estamos intentando. Lo que es una verdad a gritos es que el verano nos ha dejado un montón de bonitos momentos. El vereno nos deja la piel tostada, la mirada nostàlgica, sonrisas en el pensamiento y un poquito de añoranza por esos días largos que pasamos al sol en la playa o en la montaña.
Un clásico del verano es la mermelada de moras. Toda una aventura que empieza con una expedición compuesta por un grupo diverso y multifuncinal (padres, madres, hijos, amigos, hijos de amigos...), este grupo heterogéneo sale a la captura de zarzas cargaditas de moras, todo un reto recoger cada fruto, uno por uno para juntar una buena cantidad. La recogida viene acompañada de sus pinchazos y arañazos, no hay botín sin ello. Pero es de esos momentos en que grandes y pequeños aunan fuerzas para conseguir el mismo objetivo.
Un clásico del verano es la mermelada de moras. Toda una aventura que empieza con una expedición compuesta por un grupo diverso y multifuncinal (padres, madres, hijos, amigos, hijos de amigos...), este grupo heterogéneo sale a la captura de zarzas cargaditas de moras, todo un reto recoger cada fruto, uno por uno para juntar una buena cantidad. La recogida viene acompañada de sus pinchazos y arañazos, no hay botín sin ello. Pero es de esos momentos en que grandes y pequeños aunan fuerzas para conseguir el mismo objetivo.
La segunda parte es hacer la mermelada, para aquellos interesados aquí va la receta, como lo hacían nuestras abuelas, sin térmometros, sin medir la temperatura de esto y de aquello. Receta basada en la experiencia y el saber hacer. Y la receta es tan sencilla como:
INGREDIENTES:
1 kg de mora
1 kg de azúcar
El zumo de un limón.
ELABORACIÓN
en una olla se ponen todos los ingredientes a fuego medio alto y se cocina entre 30 minutos y una hora, dependerá del espesor que pretendamos obtener
Es muy importante tener en cuenta:
a. en el momento de la elaboración no se puede dejar de remover (se pega y quema muy rápido)
b. la mermelada adquiere una temperatura muy alta y acostumbra a salpicar, por eso es importante proteger las manos.
c. al finalizar la cocción nos puede parecer que está muy líquida, pero hay que tener en cuenta que al enfriarse la mermelada tiende a solidificarse un poco.
Y aquí tenemos el resultado!!
en este caso la mermelada la pasé por el chino, es un poco a gusto del consumidor si se prefiere con o sin pepitas.
Y ahora a buscar moras!
Adoro la mora y desayunar esta mermelada es perfecto para empezar bien el dia!!besos
ResponderEliminardezazu.blogspot.com.es
Es verdad!!!
ResponderEliminarGracias por pasar.
Hola! Qué rica ha de estar. Este año a mí me ha dado por las mermeladas también, pero esta de mora ha de ser una delicia!
ResponderEliminarBesos
Anna
Ya he visto tu post, la de tomate tb tiene muy buena pinta. Graciaspor pasar.
ResponderEliminarque buena, yo alguna vez la he hecho en el pueblo y desde luego está riquisima.
ResponderEliminarmuchos besos
Si Manoli, es de mis preferidas, lástima que en el bosque no hay frambuesas porque esa es otra que me fascina.
EliminarGracias por pasar.
Què Fantástica idea para regalar...
ResponderEliminarUn besito
La verdad q si, es un detalle de los que gustan!
EliminarDelicious!!
ResponderEliminarDe verdad de la buena.
EliminarBesicos.
Aysss......que pinta...¡tiene que estar riquísima!. Que recuerdos... De peques hacíamos merendolas de moras todos los críos del barrio. En temporada nos pasábamos las tardes recolectando y luego bien lavaditas, les poníamos azucar y nos poníamos las botas. Había un montón, ahora casi no se ven.
ResponderEliminarBesos
Madre mía que pinta más buena tiene esa mermelada!! Me dan ganas de ponerme manos a la obra, por lo que cuentas no parece difícil de elaborar no?
ResponderEliminarMuchas gracias por pasarte por mi blog, me ha encantado tu visita!
Un abrazo!